miércoles, 15 de junio de 2011

El pobre criado

A tí te escribo, tras haber sido echado de la hacienda pequeña y humilde de 400 metros cuadrados que tiene mi ex amo en el centro de Madrid. ¿Quién iba a decirme a mi, que despues de mis difícilescomienzos en la vida, iba a terminar en tal situación?

          Pues mi esbelto amo me lo dijo. Un día, estaba yo buscando lo imposible (un contrato de trabajo), cuando llegué a los suburbios de Madrid. Allí, un chico de mi edad rebuscaba en la basura en busca de lago de comer. Hablando con él, me regaló su puesto, más contento que unas pascuas. Todo ilusionado, llegué al lugar nombrado: la casa de Rubalcaba. Tras hablar con él, me aceptó en su casa. Condiciones: trabajar y hacer de criado a cambio de una mierda.
         Al cabo de tres días, entendía la alegría del niño aquel que me cedió su puesto. Llevaba tres días a base de agua, agua y agua. Preguntaba a mis compañeros, pero viendo la cara de ilusión que ponían al mencionar "comida", no insistí mucho. Lo mejor de todo, el coche que tiene mi amo, la casa, las mariscadas que come.... y yo: AGUA.
        Total, a situaciones desesperadas, soluciones desesperadas. tra una semana de observar al "manitas", descubrí dónde guardaba la comida. los momentos contados del día en los que se iba a "trabajar", aprovechaba para robarlelas raciones de caviar, las botellas de vino y los yogures. Cuando se dió cuenta, que en vez de adelgazar y chuparme, habia engordado y además le faltaban cuatro latas de atún y dos euros de la cartera, empezó a vigilarme. Pero gracias a mis años como mendigo ladrón, aprendí a esquivarle. Pero poco tiempo después, me pillaría con una mancha de vino en la ropa. Craso error el mío.
        
         Varios días después, había encontrado otro trabajo: basurero. Un trabajo digno, me pagan, trabajo y no me tratan mal. Lo malo es mi amo: ¡Gallardón! Dios me ayude.....

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